Malta: el encanto del Mediterráneo
Malta, una pequeña joya en medio del mar Mediterráneo, es mucho más que un destino turístico. Cuenta con todo tipo de atractivos para satisfacer a cada uno de los viajeros que visita el archipiélago.
Turismo activo. Su clima templado permite realizar actividades al aire libre durante todo el año. Sus aguas cristalinas son ideales para el buceo, esnórquel, windsurf y kayak. También cuenta con recorridos de senderismo y ciclismo, entre los que destacan el Camino Maltés, con el que explorar acantilados, paisajes rurales, antiguos templos megalíticos y pintorescos pueblos costeros.
Visitas culturales. Nadie puede perderse su capital, La Valletta, con atractivos arquitectónicos como la Concatedral de San Juan y el majestuoso Palacio del Gran Maestre. La isla de Manoel no se queda atrás, con el Fort Manoel, desde donde se puede disfrutar de unas vistas panorámicas únicas. Por su parte, Mdina, la “Ciudad Silenciosa”, cautiva con sus calles medievales y edificios históricos. Y Marsaxlokk es el claro ejemplo de una experiencia 100 % maltesa, con botes tradicionales y un mercado al aire libre con productos locales.
Lujo y gastronomía. Tus clientes también pueden disfrutar de experiencias de alta gama en Malta, como alojarse en hoteles de cinco estrellas con vistas al mar o explorar ciudades amuralladas en yates privados. También es posible disfrutar de spas de clase mundial, jugar en impresionantes campos de golf, descubrir templos megalíticos con el acompañamiento de guías privados y saborear su exquisita gastronomía, con delicias como los pastizzi, el lampuki pie y la aljotta, entre otros.