Marruecos: el Reino de la Luz

Marruecos: el Reino de la Luz

Kilómetros y kilómetros de costa y playas con encanto, desiertos con grandes dunas, una gastronomía exquisita, alojamientos originales, un rico patrimonio histórico y cultural y un fuerte sentido de sostenibilidad. Todo esto y mucho más espera a tus clientes en Marruecos, el bien llamado «Reino de la Luz».

Alojamientos. El país ofrece una amplia variedad de alojamientos en los que sumergirse por completo en su cultura, como riads y kasbahs. Para una experiencia inolvidable, recomienda una noche en una tienda en el desierto bajo el cielo estrellado.

Artesanías. Son una parte fundamental de su cultura y costumbres. Productos de cuero, alfombras, joyas, cerámica, hierro forjado… Una tradición artesanal que vale la pena admirar es la del curtido y trabajo de la piel en las curtidurías de Fez, siendo el taller más conocido el de Chouwara.

Patrimonio. Hay lugares que no deben perderse en Marruecos: la ciudad de Rabat, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO; el Museo Arqueológico de Tetuán, el Museo Villa Harris de Tánger, los Jardines Majorelle y el Museo YSL en Marrakech…

Gastronomía. Con sabores únicos y muy característicos, el cuscús, el tajín -preparado con carne y verduras guisadas-, y la harira -sopa tradicional marroquí hecha con verduras- son tres de las recetas más tradicionales. Para el postre, chebakia y briwat son imprescindibles.

Sostenibilidad. Marruecos es uno de los países líderes en turismo sostenible. Su amplia variedad de paisajes -playas, montañas, desiertos y centros urbanos- mantienen una responsabilidad ecológica absoluta, con un espíritu orientado hacia las energías renovables.